viernes, 16 de marzo de 2018

LO QUE DEBES TENER EN CUENTA AL COMPRAR UN SSD


Disco duro


SSD, benditos SSD. Desde su llegada hace unos años hasta estos días se han convertido en uno de los componentes esenciales para un ordenador, sea del tipo que sea, añadiendo una buena dosis de velocidad a nuestro equipo. 

Hay muchos modelos disponibles de varios fabricantes y precios cada vez más atractivos a cada mes que pasa. Pero ¿cómo sacar el grano entre tanta paja? ¿Qué debemos tener en cuenta para elegir un buen SSD? Hoy hablamos de SSD, de sus características y de todo aquello que debemos valorar para comprar uno. 







La mejor actualización para tu ordenador 

Durante varias décadas hemos estado atados a los discos duros magnéticos, los tradicionales HDD. Grandes y pesados, han terminado pasando a mejor vida una vez que los SSD empezaron a llegar al mercado. 

Los SSD o unidades de estado sólido son el almacenamiento de presente y futuro. Su principal cualidad es ofrecer unas velocidades de transferencia de información muy superiores a las de un HDD, del orden de cuatro o cinco veces, y en ciertos casos incluso más. 

SSD


Estas velocidades afectan a varios ámbitos de la experiencia de usuario. No proporcionarán más fps (imágenes por segundo) en un videojuego, pero sí harán que los juegos carguen más rápido. Los juegos... y mucho más: el principal valor de los SSD es que 'todo' carga más rápido. 

Por ejemplo, el mismo sistema operativo: de un minuto a unos pocos segundos. Y no sólo el sistema, también las aplicaciones instaladas, las operaciones sobre ficheros (copiar, pegar, etc.) o la carga de datos. Un SSD proporciona una experiencia mucho más rápida que la de un HDD. 

¿A qué se debe esta mejora en el rendimiento? Principalmente porque un SSD carece de piezas móviles, el cuello de botella más importante de los HDD. Toda la información se transmite a partir de haces de luz electricidad y no debe esperar a que una aguja se sitúe sobre ningún disco. Esto marca diferencias muy significativas, tal y como plasmamos en la siguiente tabla comparativa con valores aproximados basados en nuestro histórico de análisis: 

computador


Os recordamos el vídeo que grabamos acerca de por qué deberías instalar un SSD en tu PC: 



link: https://www.youtube.com/watch?v=6iACQHkE_mA&feature=youtu.be 



Hace unos años los SSD eran dispositivos caros, exquisitos y muy exclusivos, tanto que se pagaban a 500 o 600 euros los 64 GB. Ahora mismo los SSD son mucho más asequibles, del orden de 100 euros los 256 GB, y si bien continúan siendo más caros que los HDD ya empiezan a tener unos precios muy interesantes para el usuario medio. 




Las ventajas son claras, y el que prueba un SSD no quiere volver a un HDD 

guia de compra


Las ventajas son claras y el que prueba un SSD no quiere volver a un HDD. Pero hay puntos débiles, claro: además del precio, continúan siendo dispositivos bastante limitados en cuanto a la capacidad proporcionada. Mientras ya hay discos duros de varios terabytes, los SSD suelen tener 128, 256 o 512 GB de almacenamiento en los modelos más comunes. Si por la razón que sea necesitas más, también los hay aunque más caros, como por ejemplo este de 1 TB por más de 400 euros. 

La realidad es que ahora mismo, sea cual sea tu perfil de usuario, merece la pena que te pases a un SSD. O, al menos, utilizarlo como dispositivo de almacenamiento principal para aprovechar todo su valor. ¿Te he convencido? En este caso, continuemos. 




Lo que debes tener en cuenta 

Lo que debes tener en cuenta al comprar un SSD


Hay muchos fabricantes revoloteando alrededor del mundo de los SSD, como Samsung, Crucial, Intel, Kingston, SanDisk u otros muchos más. Modelos diferentes, sí, aunque todos tienen la misma finalidad y se basan en los mismos estándares. 

Si bien es cierto que desde el punto de vista técnico hay muchas diferencias entre los diferentes modelos, la realidad es que, en la actualidad, la mayoría tienen un funcionamiento y comportamiento muy similar desde el punto de vista del usuario. Todos los modelos actuales enfrentados con un HDD son como la noche y el día, y demuestran el poder de los SSD y el por qué merecen tanto la pena. 



El controlador 

Disco duro


Pero sí, hay diferencias. Por ejemplo el controlador del SSD, el denominado 'cerebro' del dispositivo que hace las funciones de organización de todas las celdas donde se almacena la información. Hay muchos modelos de controladores de fabricantes como SandForce, Intel o Marvell, generalmente ligados al fabricante. 

Cada uno de los controladores funciona de una forma ligeramente diferente uno del otro, aunque en líneas generales su comportamiento es muy bueno en todos los aspectos. Y ojo, porque hablamos del mercado actual: antes existían muchas diferencias, pero en la actualidad y con la evolución de los SSD prácticamente todos tienen un funcionamiento ideal. Antes era un claro factor diferencial, pero la realidad es que en la actualidad ya no lo es. 



La arquitectura de la memoria 

Igual que con el controlador también existen diferentes arquitecturas de memoria: SLC, MLC y TLC, Single, Multi y Triple-Level Cell. Sobre estos modos discutimos en Unidades SSD con TLC NAND: ¿en qué afecta la nueva tecnología a tu disco?, un artículo fechado en enero de 2015. En resumen, son denominaciones sobre cómo está organizada la memoria flash (NAND) en cada uno de ellos, relacionando principalmente la densidad de información que contiene cada celda e íntimamente ligadas con el precio y la posibilidad de error. 

SSD


En aquel artículo ya hablamos que, si bien es cierto que las diferencias técnicas son evidentes, apenas existen diferencias prácticas entre las diferentes arquitecturas. Escojas el que escojas, una vez más, acertarás. 




El formato 


Tenemos que hablar del formato del SSD. Antaño lo normal era que viniesen sólo en 2.5 pulgadas, el tamaño habitual de los discos duros 'pequeños' de ordenador portátil. Se podían usar tanto en un un portátil como en un ordenador de sobremesa a través de un adaptador 2.5 a 3.5 pulgadas. 

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El mercado actual ha evolucionado. Dentro del formato de las 2.5 pulgadas se ha añadido una nueva dimensión, el grosor: hay SSD de 12, 9.5 y 7 milímetros de grosor, siendo los dos últimos los más habituales. Si estás pensando en reemplazar un HDD de tu portátil te recomiendo que eches un vistazo a tu actual disco para conocer su grosor y de esta forma acertar con seguridad. Si quieres renovar tu sobremesa no tendrás mayor problema ya que los sistemas de anclaje son bastante más universales; ten en cuenta también que muchos chasis de escritorio tienen espacio exclusivo para albergar un dispositivo de 2,5 pulgadas, típicamente en la parte inferior. 



Hay una cierta variedad de formatos de SSD disponibles: SATA 2.5 pulgadas con varios grosores, M.2 o mSATA. 

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Pero no sólo el grosor. En los últimos años hemos visto el nacimiento de un formato completamente nuevo, M.2, muy diferente de lo convencional. No es tanto un 'disco' si no una pequeña tarjeta, con una apariencia más o menos similar a los módulos de memoria RAM de toda la vida. 

Este formato, M.2, es bastante habitual en Ultrabooks y equipos ligeros y delgados dadas sus dimensiones físicas y peso, y también hemos de decir que ligeramente más caros que los 2.5'' SATA convencionales... aunque la brecha no es muy amplia. 

Lo que debes tener en cuenta al comprar un SSD


Junto con los M.2 los mSATA son el tercer formato en discordia, si bien su uso está reduciéndose en las últimas generaciones en favor, precisamente, de los M.2. Siguen existiendo y muchos equipos continúan usando un mSATA que sólo puede ser reemplazado por otro con similar interfaz, claro. 




Los híbridos
 


Cuando sólo existían los discos duros magnéticos no había dudas. Tras la llegada de los SSD, y por su alto precio, algunos fabricantes tuvieron la idea de unir las dos tecnologías en una: nacieron los discos híbridos. 

Los híbridos incluyen partes mecánicas y partes flash. También tienen las ventajas y desventajas de ambos, a partes casi iguales 

Estos híbridos, como su nombre indican, tienen partes mecánicas y almacenamiento flash. Generalmente disponen de un disco clásico, móvil de alta densidad de información, con partes móviles y lento en transferencia de datos; y una zona de almacenamiento flash más rápida pero de menor capacidad. 

Disco duro


No tienen las desventajas de los SSD pero tampoco ocupan todas sus ventajas. Están en un punto intermedio entre los SSD y los HDD. Por ejemplo el WD Black2 que por aquí analizamos está lejos de alcanzar a los mejores SSD en nuestro ranking, aunque en su defensa diremos que proporciona una capacidad atractiva (1 TB) a un precio asumible frente a los SSD, 216 euros en Amazon. 



Algunos modelos 

Samsung SSD 850 EVO 

SSD


Samsung está posicionándose muy bien en esto de los SSD. Sus modelos 'PRO' - de los que luego hablaremos con mayor profundidad - están situados entre los mejores. Los Samsung SSD 850 EVO son la versión más sencilla pero asequible de su catálogo, aunque muy interesantes gracias a tecnologías propias como la NAND propietaria 3D V-NAND o su rendimiento, por encima de los 500 MB/s. 



Crucial MX100 

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Digamos que el segundo en discordia, para mi el más interesante junto al 850 EVO en lo relacionado con la calidad/precio. Estrenó la NAND en 16 nanómetros y un precio genial que con el tiempo fue igualado por la competencia. Ahora los Crucial MX100 son buenos dispositivos y muy interesantes para la mayoría de usuarios, mucho mejores que su evolución los Crucial MX200 que aún siguen siendo algo caros. 



SanDisk Extreme Pro 

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SanDisk es una de las empresas más clásicas de la memoria flash, y su paso por el mundo de los SSD era de obligado cumplimiento. De los varios modelos que tienen en el mercado destacamos los SanDisk Extreme Pro, con un recorrido ya amplio (casi un año de vida) pero posicionados como unos muy buenos SSD. 




Kingston SSDNow V300 

Lo que debes tener en cuenta al comprar un SSD




Kingston lo ha intentado con muchos modelos (por aquí hemos analizado los V+200 y también los HyperX) hasta que al final han sabido encontrar la clave del éxito con los Kingston SSDNow V300. Son los más básicos y sencillos de los que trataremos aquí, pero también los más asequibles económicamente. Si puedes permitírtelo será mejor ir a otros modelos superiores por pocos euros más, pero siempre está bien dar una opción más barata que el resto. 

Aquí Kingston decidió empezar su rango de precios en lo más barato posible, y es por ello por lo que ofrecen un modelo de 60 GB que no viene mal como disco de sistema. A partir de 47 euros hasta terminar en 480 GB, por 186 euros. 




Fuente: Comprar un SSD: qué debo tener en cuenta

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